Una terraza en dos niveles en el centro de Milán. Una línea continua de macetas colocadas en la pared perimetral y ancladas con abrazaderas especiales a medida ha permitido la plantación de un pequeño seto siempreverde.
En cambio, unas macetas con acabados corten han sido ubicadas en la terraza para albergar ejemplares de plantas y crear islas zen con la ayuda de piedras de distintas tonalidades.